Nuestra esencia
En plena naturaleza en el Valle de la Guarguera, pre-pirineo oscense, rodeados de bosques, barrancos que arrastran aguas cristalinas y reciben el nombre de los pueblos abandonados por donde discurren y un gran silencio reparador se encuentra La Bardana. Una experiencia gastronómica basada en la cocina macrobiótica, que nos aportará energía y depuración. Un lugar donde descansar y renovar la energía vital que necesitamos recuperar, debido al estrés cotidiano y estilos de vida inadecuados. Por lo que consideramos que el reposo y una buena alimentación son los mejores factores de curación. La práctica del yoga, meditación, excursiones guiadas, practicar en la cocina, masajes terapéuticos… nos aportarán herramientas para la paz interior y nos guiarán hacia una vida más humana. Y para completar el cuadro, estamos las personas que habitamos este pequeño núcleo, que formamos esta comunidad, sociedad incipiente y madura, con el objetivo de compartir los aprendizajes, el de comprender y el de caminar con toda persona que se acerca a este lugar único e irrepetible que es La Bardana. Tu soledad desaparecerá en el camino de la poza y tendrás la compañía de todas las obras, fruto de las manos sensibles que obran por ti.

La estancia
Tómate tu tiempo para respirar en un entorno maravilloso en contacto con la naturaleza, donde el silencio y la tranquilidad te ayudarán a conectar con tus raíces. Para ello te ofrecemos la posibilidad de tomar parte en...

Cocina macrobiótica y TALLERES DE ELABORACIÓN DE DIFERENTES PRODUCTOS

Salidas AL MONTE

Sesiones de yoga, meditación y estiramientos
EL ENTORNO
Estamos en Gillué, pueblo situado en la Guarguera. El nombre de “Guarguera” procede del río Guarga, río que discurre paralelo a la carretera A1604. Este valle natural está situado al sur de la comarca del Alto Gállego, por la carretera A1604 comunica con la comarca del Sobrarbe. Esta se toma al pie del puerto de Monrepós y si la recorres en su totalidad pasas por el puerto de Serrablo (o Sarrablo según topónimo local) y desembocas en la localidad de Boltaña. Se puede acceder al Parque Natural de la Sierra y Cañones del Guara, por esta carretera A1604 en la entrada hacía Nocito, en el km 10-11, entrando por Monrepos.
La Guarguera es un lugar recóndito, escondido, silencioso y muy poco poblado. En la Edad Media este enclave formaba parte del conocido como “Biello Aragón”. Muchos de los pueblos de este valle están deshabitados, sus casas derruidas y cubiertas de vegetación. Otros tienen las casas arregladas y recuperadas, habitadas por nuevos pobladores que eligieron un retorno al medio rural y que han conseguido devolver la vida a estos lugares. Una invitación a disfrutar del placer de largos paseos por senderos y rincones donde parece que el tiempo se ha detenido, donde el silencio invita al descanso y al reencuentro con nosotros/as y la naturaleza.
Estamos en Gillué, pueblo situado en la Guarguera. El nombre de “Guarguera” procede del río Guarga, río que discurre paralelo a la carretera A1604. Este valle natural está situado al sur de la comarca del Alto Gállego, por la carretera A1604 comunica con la comarca del Sobrarbe. Esta se toma al pie del puerto de Monrepós y si la recorres en su totalidad pasas por el puerto de Serrablo (o Sarrablo según topónimo local) y desembocas en la localidad de Boltaña. Se puede acceder al Parque Natural de la Sierra y Cañones del Guara, por esta carretera A1604 en la entrada hacía Nocito, en el km 10-11, entrando por Monrepos.
La Guarguera es un lugar recóndito, escondido, silencioso y muy poco poblado. En la Edad Media este enclave formaba parte del conocido como “Biello Aragón”. Muchos de los pueblos de este valle están deshabitados, sus casas derruidas y cubiertas de vegetación. Otros tienen las casas arregladas y recuperadas, habitadas por nuevos pobladores que eligieron un retorno al medio rural y que han conseguido devolver la vida a estos lugares. Una invitación a disfrutar del placer de largos paseos por senderos y rincones donde parece que el tiempo se ha detenido, donde el silencio invita al descanso y al reencuentro con nosotros y la naturaleza.